Esta bitácora recoge el material impartido en la asignatura COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA de la ETS de Arquitectura de Sevilla, por el prof. Benito Sánchez-Montañés Macías, así como los criterios docentes que se seguirán en sus clases. También se incluye material relacionado o vínculos que se consideren de interés. NOTA: las entradas siguen el orden inverso propio de un blog. Alumno Colaborador: Francisco Beltrán

18.11.09

tema: entorno a la estética como función.

Este tema lo presenta y coordina el alumno Lázuli Fernández Lobato. Es el autor del texto principal de esta entrada incluido a continuación.

Definiciones:

La Estética es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lofeo o la disonancia.
La belleza es un concepto o cualidad abstracta y subjetiva (lo que para unos es bello para otros puede no serlo) presente en la mente de los seres humanos que produce un placer intenso, y proviene de manifestaciones sensoriales o ideales.

Preguntas:·
¿Se puede considerar la estética como algo funcional?
La estética es una función como cualquier otra, que en algunos casos llega a ser la función principal del edificio, pero siempre debe tenerse en cuenta para que la arquitectura sea de mayor calidad.
Para que una casa, por ejemplo, sea confortable, una de sus mayores funciones, debe proporcionar también un bienestar visual, para que guste entrar en ella desde el exterior y guste estar en cualquiera de sus habitaciones. El arquitecto debe pensar con inteligencia cómo proporcionar a sus habitantes estas buenas sensaciones. Igual ocurre con los puestos de trabajo y cualquier edificación (ya que todas tienen una relación visual con el hombre).·
¿La estética puede considerarse ciencia?

La estética no es algo objetivo, no es una ciencia exacta, pero puede ser una ciencia “contemplativa”, es decir, se puede estudiar en nuestra relación con el entorno qué elementos nos producen sensaciones agradables y, junto a la experiencia, evolucionar en este campo.

A continuación se extraen algunos párrafos del texto citado, con un comentario inicial de Lázuli Fernández. Se sugiere que cada alumno haga su comentario sobre las citas que considere interesantes.

"La an- estética de la arquitectura". Neil Leach (1999) Ed. Gustavo Gili. Colección Hipótesis.

• “Cuando todo se hace estético, ya nada es ni bello ni feo, y el arte en sí mismo desaparece.”La consecución de algo estético (entendido como algo agradable para todos) implica la inexistencia de expresividad artística y las cualidades altamente subjetivas que a unos les evoca belleza y a otros, fealdad, cualidades características del arte.
• “Debido a que el mundo en su totalidad está destinado al juego de estéticas operativas, al arte no le queda otro recurso que desaparecer.”El panorama actual se decanta cada vez más por esas formas estéticas que funcionan bien porque gustan a todos y, en consecuencia, será cada vez menos común utilizar formas atrevidas, más expresivas.
• “La conformidad con lo que existe, te aleja de la imaginación, y por tanto, de la creación.”Al aceptar como bueno lo que existe, entramos en un bucle de reproducciones de lo que ya hay, y por tanto, no se produce un esfuerzo por imaginar e intentar crear algo nuevo.
• “El funcionalismo es poco más que una forma estética.”Si seguimos la norma que dice que la función da lugar a la forma, estamos siguiendo un patrón que define un tipo de arquitectura con su forma estética característica, de igual manera que otros patrones dan lugar a otros tipos de arquitectura con sus propias formas estéticas
• “Estetizar consiste en despojar de connotaciones desagradables.”Para hacer estético un elemento, hay que eliminar de éste sus características desagradables, que en la mayoría de los casos pueden ser agradables para otros, y viceversa, porque estas connotaciones son subjetivas, por tanto, al Estetizar, en realidad se está despojando al elemento de sus características más subjetivas, lo bello o feo que pueda parecer.
• “Los seres humanos han adquirido alguno de los atributos de las máquinas.”El hombre está pasando a ser lo más objetivo posible para cumplir con la máxima eficiencia sus funciones, a costa de su creatividad y expresividad, siendo lo primero característico de las máquinas, y lo segundo, muy representativo del ser humano.

PRESENTAMOS A CONTINUACIÓN LAS PREGUNTAS PLANTEADAS EN EL TEMA:

Diferencia entre estética y belleza.

¿Es la estética una función arquitectónica? Razona la respuesta.

¿Es la estética una ciencia? ¿Cómo la catalogarías?

¿La arquitectura funcional es una forma estética?

¿Qué entiende por estético Neil Leach en su libro “la an-estética de la Arquitectura”?

¿Qué significa estetizar para Neil Leach en su libro “la an-estética de la Arquitectura”?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

A CONTINUACIÓN, COMENTARIOS DEL CURSO 0809:

benitosm Says:
Noviembre 14th, 2008 at 14:15 edit
el primer comentario sobre la forma de la primera pregunta. ya propuse en clase clarificarla bajo la forma inequívoca:
“¿es la estética una función de la arquitectura?”
la respuesta, suficientemente debatida, por mi parte es un sí tan claro como matizado.
claro porque la dimensión estética de la arquitectura cumple con frecuencia funciones específicas ligadas al bienestar o la semántica (transmite prestigio, dominación, espiritualida…)
matizado porque no siempre su dimensión funcional está presente, es sólo una herramienta al servicio de la idea arquitectónica. y sobre todo porque abre un debate vertiginosos entre forma y función >>
recordamos el viejo mantra funcionalista: “form follows function”. la afirmación, por pura exclusión, implicaría que la estética no se considera una función (puesto que “la sigue”) entonces esta venerada premisa contradice la primera afirmación… ¿o no? ¿nos estaremos moviendo en distintos registros para definir la función? ¿podría haber más de un plano de funciones?…
habrá más comentarios.

José Miguel Acosta Says:
Noviembre 16th, 2008 at 18:37 edit
En primer lugar, estoy de acuerdo con Benito en sus conclusiones sobre si es o no la estética una función de la arquitectura. Pero no estoy de acuerdo con él cuando intenta poner en crisis sus propias ideas con el eslogan “form follows function”.

En mi opinión, la forma de un edificio no es necesariamente su estética. “Forms follows function” hay que situarla en el obsoleto movimiento moderno, para el cual, la palabra función significaba en última instancia uso, programa, destino para el que se construía el edificio. Una manera de proyectar económica y limitada en la que no hay cabida a gestos sin una base útil.
No hay cabida en el movimiento moderno para edificios que se justificaran de una manera importante en la estética, todo elemento arquitectónico debía tener una base funcionalista. Y para sus seguidores, en mi opinión, la estética no era una función. La estética es para el movimiento moderno algo secundario, resultado de aplicar la geometría, las relaciones entre volúmenes, la escala, etc para resolver un problema arquitectónico-programático.
Entonces, “Forms follows function” no entra en el terreno estético, en mi opinión. Simplemente es un grito propagandístico de una manera de pensar la arquitectura, en la cual no tiene palabra la estética.

Os dejo un enlace a la wikipedia en inglés, en el cual se habla del origen de esta expresión, de las personalidades que la suscribieron, y de si el ornamento es una función.

http://en.wikipedia.org/wiki/Form_follows_function

benitosm Says:
Noviembre 16th, 2008 at 21:21 edit
Estoy perfectamente de acuerdo con José Miguel y no sé si me he expresado mal. Cuando hago la cita al slogan del MoMo estoy precisamente introduciendo un factor de duda que se ha planteado en un momento histórico tan poco banal como ese, no digo en absoluto que lo suscriba. Ni, mucho menos, que la forma sea sólo una cuestión estética, aunque es la categoría que la soporta, claro (la estética se construye de forma).

Otro debate es si los pensadores del MoMo eran honestos o no con su negación de la estética, si en el fondo no estaban persiguiendo un cierto formalismo de la nueva austeridad… De hecho han conseguido generar su propio “manierismo” en sus epígonos del último tercio del S.XX, osea, que habían construído una estética los muy sinvergüenzas!

Anónimo dijo...

Adriana Muñoz Says:
Noviembre 17th, 2008 at 11:03 edit
He estado pensando sobre la pregunta que aún no desarrollamos en clase; “¿Quién decide sobre la estética de un edificio?”, y relacionándolo con la afirmación de Neil Leach, “Estetizar un edificio consiste en eliminar todo elemento que pueda producir una sensación desagradable”. (O algo así)
Quisiera decir, sobre lo primero: en un remoto estudio a alguien se le ocurre introducir una innovación en su proyecto (véase fachada) que resulta ser un éxito, se convierte sin pretenderlo (o pretendiéndolo) en una firma del arquitecto, con lo años evoluciona y da lugar a un ‘tipo’ de arquitectura que es venerada y mundialmente reinterpretada. Ésta puede ser una opción viable del surgimiento de una ‘estética’, entre muchas otras. Ahora bien, sobre quién decide la estética de un edificio y las distintas situaciones podría decir varias cosas. En primer lugar, el arquitecto que incorpora una innovación estética es consciente de estar creando algo nuevo, se la está jugando. Impone su estética, sabe que la utiliza y por qué. El arquitecto que, sin embargo, construye conforme a los gustos de la mayoría de la población de Carmona (o véase cualquier otra arquitectura, ‘buena o mala’, en cualquier parte del mundo), no decide sobre la estética de su edificio, respondiendo a la pregunta. Él sólo decide ser popular entre un grupo de clientes con unos gustos similares. Pero no son tampoco, pienso, esos mismos clientes los que deciden la estética del edificio que habitarán pero que construye otro. ¿Quién decide entonces qué estética le agrada al habitante medio de Carmona? Supongo que, al igual que en la Piazza San Marco, es un enorme conjunto de situaciones que se nos escapan a priori. Como primera conclusión, afirmo con temor a equivocarme que el arquitecto puede decidir, en pocos casos, sobre la estética del edificio, aunque en la mayoría de los casos aparezca ya la decisión tomada desde fuera sin percatarse. Hubo un momento en que sí pudieron percatarse, y era cuando se utilizaba un ‘prontuario estético’, como en La Academia. En nuestro caso, sería la estética que repetidamente nombramos nos enseñan en la escuela (¿hasta qué punto es imposible, o incómodo, salirse de ella?). Aquí y ahora quizá fuese interesante plantearnos, al dibujar líneas, de dónde vienen. ¿Son del todo nuestras?
Hilando el razonamiento con el de Neil Leach, tengo que decir que la veo cierta a priori. Sin embargo, al globalizar y tomar distancia, como en casi todo, considero que es muy relativa. Ya hablamos en clase del hecho de que una estética es agradable aquí, y desagradable en otro punto del globo. Por eso creo que lo que afirmar el autor sobre ‘estetizar’ es en gran medida falso. Primero, no creo que ‘estetizar’ exista. Y aparte, inevitablemente al introducir cualquier elemento nos posicionamos (queramos o no) hacia una estética.
Para terminar, quisiera preguntar algo: ¿puede hacerse un edificio sin estética? Aunque no se contemple como función determinante, todo tiene una estética y no se puede evitar. Pienso yo.
**Con que estetizar no existe no me refiero a la existencia del término gramatical en el diccionario, sino como algo más global. La acción de estetizar algo no puede existir porque para ello debería existir un elemento sin estética que necesitase ser estetizado. Todo tiene una estética, bella o no. Podemos cambiar elementos que hagan que su estética sea otra, pero no creo que algo se pueda estetizar. Por si sirve de explicación.

Anónimo dijo...

benitosm Says:
Noviembre 18th, 2008 at 15:09 edit
En cuanto a Adriana.
Intenta repensar tu razonamiento distinguiendo entre ESTÉTICA (una rama del conocimiento) e IMAGEN (que pertenece individualmente a un objeto, en este caso arquitectónico). Te darás cuenta que todos están manejando la estética, de una u otra forma, para innovar, agradar, vender… pero la estética es su herramienta, aunque no sólo, claro.
Lo dicho, piénsalo y reescríbelo.

Anónimo dijo...

Jose Suárez Sánchez Says:
Noviembre 17th, 2008 at 19:13 edit
En primer lugar quiero, decir que la estética sí es una función, pero creo que no es algo funcional, no es objetivo y lo funcional es objetivo, en cambio la forma además de ser algo funcional es una función. Creo que esto creó un poco de confusión el otro dia en clase. Si creamos una pista para jugar al fútbol pero sin las dimensiones establecidas y sin porterias, no sería una pista de fútbol, en cambio si su estética es fea, o no la tiene en el caso de que no hayamos querido aplicarla, pero cumple las dimensiones y tiene porterias, aunque no sea atractivo para la vista, seguirá siendo un campo de fútbol.

Para mi no tiene nada que ver con la funcionalidad de la arquitectura, para mi no es algo funcional, pero sí una función, una función aplicable arbitrariamente y demasiado subjetiva. Con todo esto lo que quiero decir es que no debemos confundir los términos función, funcional, y funcionalidad, y creo que la estética, como ya quedo claro en clase, sólo cumple el primero de ellos.

benitosm Says:
Noviembre 18th, 2008 at 15:05 edit
Debo reconocer que no entiendo el razonamiento de José.

En efecto función y funcional son términos independientes, pero sólo porque uno es un sustantivo y otro un adjetivo. Pero si un concepto es una función, a mí me parece claro que lo que tenga que ver con ese concepto es funcional.
Niego la mayor, y es creer que una función tiene que ser objetiva. Si eso fuera así ninguna de las artes cumpliría una función, ni los sentimientos, ni muchas otras cosas que, evidentemente, sí tienen una función, son, por tanto, parámetros funcionales. ¿Cuál es su función? Bien, esa es otra discusión, igual que otra cuestión es la importancia relativa de esa función comparada con otras.
Ya se comentó en clase, en la estética hay un gran cúmulo de parámetros objetivables, aunque sólo sea por medio de la estadística entre los observadores (la sensación que produce un color, o un gran espacio vacío, o una superficie abigarrada están muy estudiados por la psicología) y otros muchos subjetivos, pero eso no entra en conflicto con el carácter funcional de este campo del conocimiento que afecta tan directamente al hecho de idear (¿componer?) arquitectura.

No sé si quizá no he comprendido bien el comentario anterior…

Anónimo dijo...

Ángel Says:
Noviembre 19th, 2008 at 20:31 edit
Intentaré contestar a lo que pueda dando mi opinión personal.

En primer lugar en cuanto a que la expresión “form follows function” lleve a pensar que la estética no es una función creo que no es correcto, que depende del modo de entender la frase, del modo de entender ese “follows”, si es entendido como su traducción literal “sigue”, puede llevar, en mi opinión, a error. Creo que el modo correcto de entender ese “follows” sería “tiene”, la forma tiene una función, y ese “follows” se debe a la intención de expresar que la forma en cierto modo depende (sigue) a la función de la estética, diciendo ya que sí es una función.

Respondiendo a José Miguel Acosta, cuando pone el ejemplo de que una forma económica y limitada hace que la estética no cumpla una función, yo no estoy de acuerdo, en ese caso la estática cumple la función de ahorrar, ya tiene una función, económica en este caso, y que además dio pie a un “estilo propio” a muchos arquitectos.

En respuesta a José Suárez Sánchez, simplemente decirle que la forma viene determinada por la estética en gran medida. Habría que habalar de si lo que cumple la función es la estética, o la forma llevada a cabo es la que cumple la función. Mi opinión es que es la estética la que cumple la función.

En respuesta a la pregunta propuesta sobre sí la estética es una ciencia…
sería una ciencia almenos rara, pues dispone de intelegibilidad (se puede llegar a entender) y puede ser innovadora. Pero en cuanto a su objetividad… se podría decir que la estética tiene un grado de objetividad , pero no es objetiva. Aunque no me gusta justificar nada con ejemplos, pondré el que se habló en clase, creo recordar de la Plaza de San Marcos, hablamos de que era objetiva su belleza, pues al 99% a lo largo de la historia le había parecido bello… a mi simplemente con la posibilidad de que para alguien no lo sea, o que dentro de mucho tiempo, a casi nadie le “guste” es razón suficiente para que la estética no se objetiva, aunque como ya he dicho, tiene cierto carácter objetivo.

Y en cuanto a Neil Leach, solo decir que creo que confunde estética con funcionalidad estricta.

Anónimo dijo...

Sandra V. Says:
Noviembre 19th, 2008 at 23:31 edit
Entendemos pues la estética como aquella rama de la filosofía, una teoría del arte, relacionada con la esencia y percepción de la belleza o la fealdad. Definiéndola así, parece que la estética pretende ser la filosofía del arte basada en la percepción, ya que las cosas, no son más que la percepción que nosotros tenemos de ellas, tanto si nuestra percepción coincide con la realidad, como si no.

Sin embargo, en cada momento histórico se han planteado distintas concepciones. Por ejemplo el movimiento marxista entendía el arte como algo perteneciente a la estructura social, y por tanto determinado por condicionantes sociohistóricos. Entiendo entonces que el arte era en ese momento un reflejo de la realidad del momento, formando parte de la ideología. La actitud estética deja aquí de ser una mera contemplación o un “percibir por percibir”.
Entonces la herramienta estética sirve por un lado para alterar la realidad y causar emociones superficiales en los espectadores, “bienestar” y por otro lado, es el más importante instrumento del artista en tanto que le da la posibilidad de comunicarse con el mundo que lo rodea.

Cambiando de tema, parece haber, en algun comentario, un debate en cuanto a si la estética se entiende como subjetiva, y una función es algo objetivo, resulta chocante la idea de que la estética sea una función.

Yo pienso que no toda función ha de ser objetiva. Y creo también que los parámetros estéticos pueden considerarse, no como objetivos, pero sí objetivables.
La percepción de la mayoría (en un determinado contexto cultural e histórico) induce a determinar que la percepción que tiene cada uno, tiene mayor garantía de objetividad cuantos más son los que coinciden en una misma forma de percepción, entrando quizás en un ámbito estadístico que se olvida un poco, creo yo, del pensamiento individual(subjetivo).

Finalmente, en cuanto al enunciado inicial, creo que se entiende que lo estético es solución de las aspiraciones humanas. El ser humano pasa la mayor parte del tiempo, por no decir todo, en espacios arquitectónicos. Y por tanto, la aspiración de la arquitectura es que esos espacios satisfagan las necesidades materiales y espirituales. La belleza en la arquitectura debe ser respuesta a una anterior sensibilidad estética.

Concluyendo, entiendo que el conocimiento estético busca dar solución o respuesta a las aspiraciones humanas, y por tanto se convierte en una herramienta, herramienta que tiene una función dentro de la arquitectura. Así, la estética, a mi entender, sí es una función de la arquitectura.

Anónimo dijo...

María Carretero Says:
Noviembre 22nd, 2008 at 16:21 edit
En primer lugar, estoy de acuerdo con que la estetica es claramente una función de la arquitectura, sin embargo creo que esta función juega distintos papeles en cuanto al aspecto al que nos refiramos, es decir, creo que debemos distinguir entre una estética del espacio y una etética meramente ornamental.
En la primera de estas estéticas creo que es bastante aplicable que la forma siga a la función hasta un cierto punto, dependiendo claro está del tipo de edificio al que nos estemos refiriendo. Por ejemplo en un hospital predominara un aspecto meramente funcional, quedando la estética reducida a un segundo plano. Quiero decir que dentro de este edificio no nos interesa tanto que la zona de urgencias, por ejemplo, sea estética como que se den en ella buenas comunicaciones y accesos.En este caso sería claro que la forma sigue a la función. No obstante, refiriendonos a otro tipo de edificio, por ejemplo una vivienda unifamiliar, la funcionalidad y la estética están altamente ligados. La mayoría de la gente a mi parecer ( siempre hay excepciones) querrá habitar un hogar, es decir, un espacio agradable (estético) a la vez que su vida en él sea lo más cómoda y fácil posible(funcional). Debo matizar que la estética del espacio nunca debe superar a la funcionalidad. Es decir, no creo que tenga sentido crear espacios por el mero hecho de que estéticamente “queden bien” (aquí abriría otro debate sobre “proyectar en sección”, una corriente que a mi parecer es bastante utilizada dentro de nuestra escuela), sino que este deberá tener su función adjunta.
Por otra parte me he referido a la estética ornamental, cuya función a mi parecer es incrementar (ahora si creo que es correcto utilizar este término) la belleza (o fealdad) de nuestro edificio.
Quiero referirme también en este comentario a la distinción entre buena y mala arquitectura. En la visión del arquitecto creo que deben existir una serie de factores un poco más objetivos, como la funcionalidad, la resolución constructiva de problemas, etc, puntualizando, claro está, que pueden darse distintas opiniones sobre una solución más o menos acertada, pero siempre saltará a la vista si cumple su misión o no. En cuanto a la visión del usuario, creo que éste se decanta más por una cuestión de lo que una arquitectura representa, no olvidando que ésta sera un fiel reflejo de su estatus social, forma de vida, poder adquisitivo, etc. Refiriéndonos al terreno estético no creo que sea del todo correcto hablar de una buena o mala arquitectura, ya que es totalmente subjetiva tanto a nivel de espacio como de ornamento.
Finalmente, concluyo diciendo que a mi parecer un arquitecto debe buscar siempre la funcionalidad aplicando la estática a su arquitectura en el grado en el que creamos sea necesario en cada ocasión.

Julio Álvarez Marín Says:
Noviembre 25th, 2008 at 17:48 edit
Me gustaría comenzar dando respuesta a Ángel. Sinceramente no entiendo como la estética puede ser una ciencia si carece de una base objetiva. Si nos paramos a pensar sobre esta reflexión vemos como entonces estaríamos basándonos en un planteamiento que es diferente para cada uno de nosotros creando una ciencia distinta.

En cuanto a la idea de que si la estética es una función, he llegado a la reflexión de que la estética en cierto modo es el nexo que une las funciones, es decir, la existencia de una coherencia de las funciones del edificio es lo que termina generando una estética. Volviendo al ejemplo que hablamos en clase de un auditorio, debe cumplir una serie de funciones como puede ser la acústica, la visual, la accesibilidad… en la union de estas funciones es donde surge la estética.

De esta forma quería comentar que la estética es una función de la arquitectura que buscada o no, siempre está presente.

Anónimo dijo...

PILAR FDEZ RUEDA Says:
Noviembre 25th, 2008 at 19:07 edit
Al comienzo de la última clase teórica a la pregunta ¿se puede considerar la estética como algo funcional? Pensaba que la estética era una cualidad más de la arquitectura en sí, es decir, algo complementario que resultaba de una arquitectura “mejor o peor”. No obstante, he podido cambiar mi opinión y considerar la estética como una función de la arquitectura posiblemente aplicada o no. De esta forma, por ejemplo en una vivienda unifamiliar, la funcionalidad y la estética están muy ligados mientras que en otros tipos de edificios , por ejemplo, un hospital requiere más interés sus accesos,usos… y la estética queda relegada a un segundo puesto, aún así considerado como una función más.
Debo considerar, a diferencia de mi compañero Lazuri, como la estética en ningún caso puede considerarse una ciencia, y esque la ciencia es objetiva, comprobada, mientras que la estética es subjetiva en ningún momento ciencia.
En algún caso me desconcierta el reconocer este término en la arquitectura en algunos casos, me explico ¿cómo podemos saber si algo es o no estético? Si un mismo edificio es mostrado a diferentes personas el concepto de estética puede cambiar notablemente. Cuando mencionamos “La estética en un edificio” ¿qué queremos decir exactamente? de alguna manera esta pregunta me preocupa de forma notoria.
Mencionamos como la estética estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo feo o la disonancia. ¿Es por ello que cuando mencionamos que una arquitectura es estética es que estemos hablando de un edificio bello, feo o eminente? De alguna manera en su definición la belleza o la fealdad son definidas como cualidades de la estética.Son algunas de mis dudas principales me encantaría encontrar algún tipo de solución.

Paloma García de Soria Says:
Noviembre 25th, 2008 at 21:12 edit
El término estética deriva de la palabra griega aisthesis, que significa sensación, conocimiento obtenido a través de la experiencia sensible.

Según esta definición podemos comenzar diciendo que en tal caso la estética es algo funcional puesto que muchas veces el causar un tipo de sensación u otro en un determinado edificio es algo necesario dependiendo de la finalidad de éste. Sin duda la estética es una herramienta que empleamos con frecuencia en la arquitectura. La estética puede estar ligada a una serie de parámetros que son importantes para una función determinada. Es decir, en ocasiones la estética puede estar ligada a crear una sensación (de apertura, de cierre…) y que esta sea característica importante en el edificio.

La sensación que un individuo puede esperimentar en un recinto y el conocimiento obtenido a través de ello (estética) es por tanto algo subjetivo, ya que el conocimiento que cada persona puede hacer suyo a través de la experiencia sensible es algo único e individual y por tanto definimos a la estética como no objetiva y de este modo podemos ver como ya no se cumplirían una de las tres características de la ciencia (objetividad, inteligibilidad e innovación). Afirmando de este modo que no podemos considerar la estética como ciencia.

Incluso podríamos decir que la «finalidad» de la obra arquitectónica no puede hacerse consistir en la producción de valores estéticos positivos (o negativos). La creación arquitectónica tiene otras fuentes aunque los valores estéticos pueden intervenir en la producción.

Anónimo dijo...

Violeta Ramos Says:
Noviembre 26th, 2008 at 2:33 edit
Antes de nada decir que esto es sólo una opinión personal. Aunque haya afirmaciones categóricas tan sólo es por la comodidad de no andar poniendo frases como “desde mi punto de vista” en cada reglón.

Vuelvo sobre la consideración de la Estética como una función de la arquitectura.

Primero concretar las tres acepciones de esta palabreja que creo aparecen en los comentarios:

-Estética como campo del conocimiento que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza (no me preguntéis que quiero decir con “esencia”, es culpa de la wikicosa esa). Me refiero a una apreciación valorativa de la belleza mediante criterios objetivos como pueden ser la armonía, la proporción…

-Estética como cualidad positiva íntimamente vinculada a la belleza. (Tal cosa es estética, tal cosa es antiestética)

-Estética como cualidad referida a la imagen de los objetos, edificios, personas, que, por ejemplo, permite su clasificación en estereotipos (María tiene una estética retro. Este edificio responde a una estética modernista)

La estética de la que voy a hablar se refiere a la última acepción, Estética como cualidad de la imagen independientemente del grado de belleza que descanse en la forma.

Bien, ¿es la estética una función de la arquitectura?

El funcionalismo considera que el fin de la arquitectura es su utilidad. Una tipología funcional (hospitalaria, educativa…) es la respuesta eficaz a una necesidad de la obra de arquitectura que le confiere un carácter útil. Ahora bien, ¿es la estética útil? Rotundamente sí (no habría más que peguntarle al arquitecto este de Carmona).
Parece entonces que se puede considerar la Estética como una función de la arquitectura y ante el slogan “form follow function” habría que admitir que hay más de un plano de funciones como propone Benito o, incluso, discerniendo entre forma y estética se le puede dar la razón a estos tipos del Movimiento Moderno, considerando el resultado formal como el soporte de la estética perseguida (p.ej. exhibicionismo de poder) , de igual manera que una sala de operaciones se materializa con una forma concreta.

Pero falta una cuestión: Estética, ¿objetiva o subjetiva?

No estoy de acuerdo con que una función no sea objetiva (evidentemente tampoco con que el arte y los sentimientos sean funcionales). Evitando la definición de arte (no me siento a la altura), considero que la componente artística que cualifica una obra de arte no tiene una función (más allá de atribuirle un carácter artístico a dicha obra); es, más bien, la expresión de una (o varias) individualidad(es) que posee una intencionalidad. Es la intencionalidad la que diferencia esta expresión subjetiva de una expresión irracional (un soneto es una obra de ingeniería en verso pero nadie duda de que Neruda escribiera obras de arte). Los sentimientos, por definición, no pueden ser objetivos y, por tanto, funcionales aunque sí que pueden ser utilizados (la melancolía no realiza ninguna función pero seguro que a Salinas le vino muy bien a la hora de escribir algunos poemas), como el arte (dicen que la música amansa a las fieras…).

Siguiendo el razonamiento deductivo:
Una función es objetiva. La estética es una función.-> La Estética es objetiva.

La afirmación “conclusión” es falsa. La Estética no puede ser objetiva porque busca producir una respuesta de carácter emocional en las personas (y cada uno es de su padre y de su madre), aunque por eso mismo decimos que hay numerosos parámetros objetivables mediante herramientas como la estadística.

Así llego a la conclusión de que la Estética no es una función de la arquitectura. Quizás lo más acertado sería decir que la Estética cumple una función de la arquitectura, que es, más bien, una herramienta que una función en sí.

Anónimo dijo...

Alejandro M. Márquez Says:
Noviembre 26th, 2008 at 18:26 edit
“form follows function”, la forma sigue a la función. Partiendo de que esta es a mi entender la traducción de la frase, decir que a lo mejor la hemos malintepretado. Si estamos diciendo continuamente que dar una imagen del edificio es una función del mismo, ya sea de belleza o grandiosidad, en realidad no creo que contradigamos la frase. Si una de las funciones del edificio es la de dar una imagen, y es cierto que lo es, ¿ no es la forma la que sigue a la función de dar una imagen ? Es decir, no hay imagen sin forma.
Distinguiría una serie de casos, que pondríamos en un segmento que llamaríamos imagen como función, en la que:

En el caso de uno de los extremos, tenemos que la imagen es la única función del edificio (que esta imagen sea buena o mala, bella o fea, es cosa de la estética). En este caso tendríamos dificultad para distinguir dónde está el límite entre arquitectura y escultura (quizá en la escala, en los métodos constructivos). La forma sólo depende de la imagen que se quiera dar.

En los casos intermedios, tendríamos que una de las funciones es la de dar una imagen, pero no es la única. Así es en la mayoría de los edificios, donde la forma responde a varias funciones, entre las cuales está la de dar una cierta imagen

En el caso extremo, tenemos que la imagen no es una función del edificio. No importa, hay otras variables que son las que se tienen en cuenta para darle forma. Tiene forma, no podemos negar que tiene imagen, pero el dar una cierta imagen no es una función. A lo mejor es bella, o fea, no importa, la forma sigue otras funciones. Es lo que se suele achacar a la ingeniería.

Como arquitectos creo que debemos tener muy en cuenta que la imagen es una función muy importante de la arquitectura, ya que no debemos olvidar que nuestras obras van a ser habitadas o vividas, y deben responder al máximo de funciones (relacionadas con la tipología de edificio,un teatro, un hospital…), pero no debe dejar que la imagen sea la función predominante de algo que no va a ser contemplado únicamente, si no que debe servir para algo. No sé si me he explicado bien.

Anónimo dijo...

Alberto Vilches Says:
Noviembre 27th, 2008 at 12:20 edit
Mi opinión acerca de la belleza es que un arquitecto no debe hacer edificios bellos, no tenemos que estar pensando en crear bellezas en la arquitectura sino sensaciones.

La belleza como ya hemos dicho es algo cultural, que por lo tanto cambia tanto en el tiempo como en el espacio, no podemos estar sujetos cánones que nos digan cómo hacer arquitectura. Por otro lado la estética (refiriéndome a la misma acepción a la que Violeta hace referencia) la entiendo como el conjunto de cualidades de los objetos que te permite describir su forma describiendo los parámetros que lo componen, es por ello por lo que un edificio siempre tendrá una estética, es un concepto objetivo, siempre podrá ser explicado y todas las culturas lo describirían de la misma manera, ya que la forma del objeto no varía. En referencia a la “conclusión” de Violeta, dices “ La Estética no puede ser objetiva porque busca producir una respuesta de carácter emocional en las personas ” y dices que a cada uno nos sugerirá cosas diferentes. Yo creo que, quizás con diferentes matices, determinadas estéticas nos producen sensaciones similares y es por ello por lo que la estética es algo objetivo y por lo tanto una ciencia. La intención en la arquitectura no debe ser buscar ni una estética ni la belleza, debe ser buscar impresiones y relaciones con el sujeto que te hagan conocer un espacio, y esto debe realizarse a través de la luz, el vacío, las proporciones, el entorno, … y una buena relación de estas darán como resultado un edificio bello. En los primeros días Benito dio una posible definición la belleza que era aquello que hacía conmover el estado interior y eso mismo se consigue a través de las sensaciones que los espacios nos proporcionan, una buena relación de sensaciones e impresiones dará como resultado un edificio bello, porque será algo que nos conmueva. Y vuelvo a la afirmación del principio, un arquitecto no debe buscar hacer edificios bellos debe crear sensaciones, que como resultado dependiendo de la cultura y del momento serán edificios bellos, una vez pasada esa cultura y ese momento quedará buena arquitectura ya que las sensaciones no cambian.

Por otro lado la estética si me parece que cumpla una función, pues la manipulación de los parámetros estéticos es la herramienta que tenemos para crear sensaciones, podemos crear palacios que responden a una estética, un elemento cuya función es dar a conocer el poder y status social de aquellos que la habitan.

Por último haciendo referencia a la frase de Sullivan, creo la forma no sigue a la función. Hay que encuadrarla dentro del pensamiento moderno, esto quiere decir que sigue unas directrices y que por lo tanto ya está precondicionado, dando como resultado una arquitectura, pero actualmente estamos dentro de otro contexto y vemos las cosas de otra manera, entonces las bases de la arquitectura cambian, por ejemplo, ¿cuál es la forma que tiene una cubierta? Su función es evacuación de aguas y acondicionamiento del interior, ¿Cuántas respuestas existen para esa pregunta? Existen tantas posibilidades que no podemos decir que la forma de las cubiertas tenga que responder a una función.

Anónimo dijo...

Lázuli Fernández Lobato Says:
Noviembre 30th, 2008 at 22:58

Creo que hay innumerables funciones que entran en el juego de la arquitectura (incluyendo la estética entre ellas), y una discriminación entre éstas dan origen a la arquitectura. El arquitecto decide a que funciones va a dar mayor protagonismo en detrimento de otras, y es que a veces unas funciones entran en conflicto con otras (por ejemplo el ecologismo se opone frecuentemente a la máxima rentabilidad en una fábrica). La estética a veces también entra en conflicto con otras funciones y se toman decisiones a favor de una u otra dependiendo de lo que sea más importante en el proyecto. Pero siempre la forma resultante deriva de esta conjunción de funciones, Por tanto, la frase “form follows function” no deja de ser cierta, otra cuestión es que en el movimiento moderno no considerasen o aparentasen que la estética no era una función a tener en cuenta. Además, creo que a medida que pasa el tiempo, la sociedad es más exigente y es necesario un mayor rango de funciones para crear un edificio, una sociedad desarrollada y relativamente rica económica y culturalmente, la estética es una función a tener en muy en cuenta normalmente, en una sociedad pobre económica y culturalmente, lo sería más el precio. Para concluir, creo que función es todo aquello que tiene un cometido, una utilidad, aquello que sirve para algo, y mal encaminados están los que creen que la estética no sirve para nada.

Anónimo dijo...

Violeta Ramos Says:
Diciembre 1st, 2008 at 1:17 edit
Alberto, me parece muy bueno tu comentario, pero difiero en que la estética sea una ciencia, justo por el motivo de que no es objetiva.
Pongo una definición de la RAE:
Objetivo: Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce.
La estética necesita del usuario de esa arquitectura para cumplir su función. La estética de un edificio es una llamada a una respuesta subjetiva del individuo y el individuo es inclasificable. En este caso no gana la taxonomía.
Si la estética fuera una ciencia las empresas prescindirían del martilleo de publicidad porque no necesitarían vender la imagen de sus productos como la mejor, sería una evidencia desarrollada por un grupo de tios con batas blancas.

JM Roquette Says:
Enero 11th, 2009 at 18:42 edit
Estoy leyendo un libro que parece interesante respecto al tema de la estética
“La arquitectura de la felicidad”-Alain de Botton-Ed.Lumen

Del capítulo 2º, titulado “¿En qué estilo hemos de construir?” os dejo algunos fragmento que pueden resultar interesantes y reveladores. En este capítulo reflexina haciendo un recorrido histórico desde el canon de belleza clásica, pasando por el renacer del estilo gótico a finales del XVIII y el historicismo.
Continua hablandonos de los ingenieros y las construcciones y las estructuras en hierro y acero. Y el desinterés de estos por la belleza sino lo funcional. He llegado leyendo hasta la parte del movimiento moderno. Pero continua…

“1.
¿Qué es un edificio bello? Ser moderno es experimentar esta pregunta como improcedente y posiblemente carente de respuesta, pues la noción de belleza ha llegado a resultar un concepto condenado a desatar debates debates infructuosos y pueriles”

“2.
Sin embargo no siempre ha sido tan complicado saber cómo construir bellamente. Durante más de mil años de la historia de occidente, con algunas interrupciones, un edificio bello ha sido sinónimo de un edificio clásico.”

“8.
La filosofía de los ingenieros iba en contra de todo cuanto los profesionales de la arquitectura habían representado. “Convertir lo útil, práctico y funcional en algo bello, ese es el deber de la arquitectura”, insistía Karl Friedrick Schinkel. “La arquitectura, al distinguirse de la mera edificación , es el adorno de la construcción” le secundó sir George Gilbert Scott.”

Según estas afirmaciones, la arquitectura tiene como única función dotar de estética a una construcción de la cual se encargaría la ingeniería. ¿Qué pensais de esto?

“10.
Pero, ¿qué aspecto tendría una casa cuyo arquitecto hubiese renunciado al interés por la belleza para centrarse exclusivamente en la funcionalidad mecánica? Si hemos de creer a su artífice (Le Cobusier) en alguna de sus intenciones, se parecería a la Ville Saboye”

“12.
Gobernado por un espíritu concebido por ingenieros, el movimiento moderno se atribuyó el haber proporcionado una respuesta definitiva a la cuestión de la belleza en la arquitectura: lo importante de una casa no era que fuera bella sino que funcionara bien.”

Frente a esto el autor nos propone otro punto de vista opuesto. Aquel en el que tan importante es la función de funcionalidad como la de la estética.

“A casi cualquier edificio le pedimos no solo que haga algo concreto, sino también que tenga un determinado aspecto; que contribuya a crear un ambiente específico[…] Podemos pedirle que genere una sensación de seguridad o de bullicio, de armonía o de contención.”

Visto de este modo la estética SI puede considerarse una finción de la arquitectura.